miércoles, 18 de junio de 2008

2 meses


Hoy hace dos meses desde aquella lejana dorada en papillote que me hizo mi madre, y que siempre le agradeceré porque gracias a aquella cena pude ponerme un día de comienzo. ;) Dos meses, a unos les parecerá mucho, a otros muy poco, pero simplemente es mi día a día. ¡Y qué día a día más maravilloso! Me daba miedo que hacerme vegetariana fuese un cambio de vida muy radical, no sabía si podría hacerlo o si desistiría a los 2 días. Pero no, lejos de suspirar por mi antigua forma de alimentación, cada vez soy mas consciente de las cosas, y platos que antes devoraba ahora me dan asco o pena.

Leí en el foro que alguien comparaba esto con Matrix, y de verdad que no he leído en ninguna parte una comparación más acertada. Me siento como Neo. Gracias a Internet, pude elegir entre tomarme la pastilla de la realidad o tomarme la pastilla del olvido. Cuando eliges la realidad no hay vuelta atrás. Es duro, muchísimo más duro que vivir feliz en la ignorancia, pero es mil veces más gratificante. He pasado 28 años de mi vida con una venda en los ojos, creyendo que lo que me habían enseñado era lo correcto, pensando que si casi todo el mundo tiene determinados principios es porque esos principios son los mejores. Ay amigos, qué equivocada estaba.

Somos lo que nos dicen que debemos ser. Nos comportamos como vemos comportarse al resto, en esto consiste una sociedad. Creemos que pensamos de forma independiente, pero no es así. ¿Quién nos dice lo que debemos pensar o sentir? Nos lo dice nuestra familia, nuestros amigos, nuestros políticos, nuestros ídolos de la tele, la publicidad masiva, las revistas, los libros. Es una cadena. Si, parece que una idea diferente debe ser errónea, ya que si fuese acertada entonces formaría parte de la cultura general. Pero a veces olvidamos que todo se mueve por dinero y poder. Sabemos que la leche de vaca es necesaria, nos lo dice la tele, pero no sólo ella, nos lo han dicho en el cole, o algún médico. Pero también existe una minoría (y no tan pequeña como podría parecer) de nutricionistas y médicos que opinan todo lo contrario. Que una idea sea seguida por millones de personas no demuestra que sea la mejor de todas, demuestra que a muchos de nosotros no nos gusta mucho pensar por nosotros mismos y que es más sencillo aferrarse a lo que nos dicen los demás que cuestionarlo.

Hace años, la esclavitud era normal. Las matanzas en los coliseos eran lo mejor del mundo (nadie pensaba que había personas que morían despedazadas, curiosamente com sucede en las plazas de toros en la actualidad). Hace unas pocas décadas, las mujeres no trabajaban y no tenían derecho a salir del país a no ser que su marido lo autorizase. Tampoco podían votar. Se había hecho así desde siempre. Todo el mundo pensaba que era lo normal. ¿Era por ello correcto? ¿No es gracias a las personas que pensaban de manera diferente por lo que el mundo ha podido evolucionar? Tal vez este sea un paso más que hay que dar, un paso necesario, dejar de masacrar la vida.

Ya me estoy yendo por las ramas, en realidad sólo quería compartir mi felicidad con vosotros, ¡pero al final me indigno yo sola! Así que para no acabar de mal rollito, diré que...

¡GRACIAS A TODOS POR VUESTRO APOYO! Cada día que pasa soy un poquito más feliz.

lunes, 9 de junio de 2008

Críticas

La semana que viene hará ya 2 meses desde que tomé la decisión de ser vegetariana, y estoy muy contenta. La parte más complicada está siendo la vida social. Cuando estoy en casa todo va bien, mi novio es un apoyo constante y hacemos comidas muy ricas (y bastante imaginativas). En casa, ni carne, ni pescado, ni huevos ni lácteos. Mucha fruta, cereales, pasta, arroz, verduritas y legumbres. Y poco a poco van entrando nuevos componentes en la nevera, el tofu y el seitán, aunque todavía no les he pillado el tranquillo, pero lo conseguiré. ¡Ya tengo dominadas las berenjenas! :D En cambio, cuando comemos fuera con más gente, todo se vuelve complicado.

No sabía lo difícil que puede llegar a resultar elegir la cena en cualquier restaurante. Sólo la ensalada ya es complicado, porque casi todas suelen traer atún, o huevo, o gambas. Y hoy por hoy, cuando salgo no les digo a los demás que yo soy vegetariana, simplemente busco un plato adecuado y lo pido, nadie pregunta nada. El caso es que casi siempre acabo comiendo o nata o queso de algún tipo (parece que son casi imprescindibles en las salsas de casi cualquier plato), pero de momento soy permisiva conmigo misma en este tema. A lo mejor dentro de unos años (o meses, quién sabe) no lo tolere, pero al día de hoy si. En realidad no lo hago porque me apetezca muchísimo que la pizza lleve mozzarella, o porque mi plato favorito sea el rissoto con champiñones y nata. Es más bien porque no quiero llamar la atención.

No tenía ni idea de lo reacia que puede llegar a ser la gente con el tema del vegetarianismo. Se lo he dicho a muy pocas personas, todas ellas bastante cercanas, y la verdad es que me he llevado bastantes sorpresas desagradables. Me atacan. No se por qué, pero me dicen que soy imbécil, se rien de mí, me hablan de lo cruel que soy por matar vegetales para comer, me dicen que no hay nada mejor que un chuletón sangriento... no se, he escuchado muchas cosas, a veces me lo tomo mejor, a veces peor. El caso es que ya he escarmentado. Al principio estaba tan ilusionada que sólo me apetecía compartirlo con mis amigos, pero me he dado cuenta de que en este caso particular no se alegran por mí, creo que les hago sentir mal y que por eso la toman conmigo. Yo no lo he dicho con ninguna malicia ni con intenciones, no les digo que ellos deberían ser vegetarianos también, sólo lo comento porque quiero compartirlo, pero no. Así que ya no se lo digo a nadie, sólo a la gente a la que no he tenido más remedio por ir a comer a su casa.

Es que aunque me hagan bromitas "sin malicia", es bastante cansino, no se porqué tengo que ser yo el tema divertido de la velada, o porqué un momento entre amigos, que debería ser agradable, tiene que convertirse en una discusión sin sentido. Además es que la gente yo creo que pregunta por molestar, no por curiosidad, parece que quieren sacarme de mis casillas...

De forma que por eso he optado por no decir nada, es muy desagradable escuchar ciertas cosas de personas en las que confias, aunque alguien lo haga por hacer la gracia y ya está, a mí sin quererlo me cambia interiormente la imagen que tengo de él. Así que prefiero no saber, no quiero saber cómo puede reaccionar determinada persona con la que me llevo bien, no quiero llevarme disgustos. Ser vegetariana es mi elección personal, y lejos de hacer daño a alguien hago todo lo contrario, intento respetar al máximo la vida de los demás, ya sean personas o animales, ¡¡no entiendo porqué debo de ser tan criticada!!

Lo siento, es que me frustra mucho y hoy tengo un mal día, necesitaba desahogarme.