domingo, 8 de marzo de 2009

Bromas pesadas

Hoy necesito desahogarme un poco. No sé si tengo un problema de hipersensibilidad, pero el otro día unos amigos me jugaron una mala pasada que me sentó bastante mal. Os cuento. Íbamos a ir a comprar un regalo entre todos para una amiga, y después a tapear. Yo finalmente llegué más tarde y aparecí cuando ya era hora de cenar. No pude elegir el sitio de comer (da igual, nunca lo hago y no me importa, en cualquier parte tienen patatas bravas o berenjenas con miel de caña). El caso es que me llevaron a un asador, si señor, qué mejor sitio. En el asador no había nada para mí, sólo un montadito vegetal que vino a ser un cacho de pan lleno de salsa rosa, maíz y lechuga. Bufff, ¡¡estaba asqueroso!! También me pedí unas patatas fritas a las 4 salsas, que sonaba bien. Mis patatas triunfaron, y fueron desapareciendo porque todos metían la mano. Tras eso, llegaron sus tablas de parrillada de cordero, con patatas también. Bueno, teniendo en cuenta que mi cena de patatas fritas se había terminado, me dediqué a comer de las de ellos, claro. Pues en un momento en el que miro para otro lado, veo que tres de ellos se empiezan a reír, y cuando miro veo a uno con un trozo de cordero pinchado en el tenedor, espachurrándolo contra las patatas fritas y soltando toda la grasa, mientras me miraba y me decía "Mira Sophia, ahora tienen más juguito, qué ricas" o algo así.
Imagino que el que no es vegetariano no puede entender la grave falta de respeto que supuso esto para mí. No me importa conformarme con comer las migajas de los restaurantes, fue mi elección y bien contenta que estoy, pero que mis propios amigos tengan que destrozarme esta poca comida que tengo me parece demasiado. Y ellos no entendían por qué me enfadaba yo, para ellos fue todo muy divertido. ¿Realmente es necesario reírse de mí y amargarme la cena para divertirse? ¿Tan escasos de originalidad estamos? Luego este chico me explicó que su tía es vegetariana y que a ella no le da asco las cosas con carne, que ella hace chorizo con sus propias manos. Y con esto queda todo explicado. Bueno, a esto es a lo que se le llama generalizar, supongo. Es como si yo dijese que él por ser hombre es de determinada forma porque yo ya he conocido a otros antes.
En fin, en realidad no es nada importante, me pidieron disculpas y ya está, yo acepté y listo, pero se me quedó un poco de mal gusto en la boca, de sentirme excluída, incomprendida una vez más.