martes, 29 de abril de 2008

Cómo y cuándo decir que eres vegetariano

Al día de hoy, apenas le he dicho a nadie mi nueva condición. Entre los afortunados se encuentran mi madre, mi novio y mi mejor amiga. Lo bueno de empezar por la gente que más te quiere es que sabes que no se van a cachondear de ti, sino que van a hacer lo posible por entenderte, y en cualquier caso respetarán tu decisión. Un amigo se enteró de golpe porque iba a ir a cenar a su casa esa noche, y les sorprendí diciéndole "¿¿A que no sabes?? ¡me he vuelto vegetariana!". Y lo que me costó decírselo... así que tras insultarme un poquito, fué raudo y veloz al supermercado a comprar los ingredientes de una deliciosa ensalada de pasta. ¡Si es que me tienen consentida! :D

Pero el mundo no es siempre tan bello, así que decidí probar suerte con dos compañeros de trabajo con los que me llevo bastante bien. Uno de ellos ha pasado olímpicamente de mí. Se lo dije por el gtalk y actuó como si nada. No me ha vuelto a preguntar. En cambio el otro... ha sido bastante más complicado. Lo primero que le dije (también por gtalk) es que me estaba haciendo vetegariana, a lo que contestó algo así como: "¿pero eso cómo va a ser? Yo creo que todos los vegetarianos son gilipollas, y tú no pareces gilipollas". Este es el clásico momento en el que una dice eso de "tierra, trágame". Nunca deja de sorprenderme la gente, quien pienso que va a reaccionar con más curiosidad es la persona más pasota, y quien pienso que me dirá poca cosa me ataca, como si estuviese haciendo algo horrible o sectario. Es una situación un poco rara, porque estás hablando con una persona con la que nunca has tenido problemas, y de repente estás intentando explicar y defender tus principios porque no deja de intentar tirártelos por tierra. Al menos todo termina con "yo respeto tu decisión", pero el mal trago hay que digerirlo. No hemos vuelto a mencionar el tema, y todo ha vuelto a la normalidad, menos mal porque me llevo muy bien con él y no quería ni quedarme con esa reacción negativa, ni que él pensase que soy rara. Y es que muchas veces nos dicen (y decimos) eso de: "¿tal persona te ha criticado? ¿te ha dicho eso? pues pasa de él, no merece la pena". Pero yo creo que somos más que una mala reacción o una frase desafortunada, así que cuando sucede esto lo que quiero es que el momento pase rápidamente para poder vivir nuevas cosas y que ese recuerdo caiga en el olvido (¡qué bonito, qué profundo!).

Así terminó mi experimento sobre las reacciones humanas. Entre el que pasa y el que se implica, no se cuál me gusta menos, jajaja. Ahora es el momento en el que me indignaría con el mundo, por aquello de "¿qué le importa a nadie lo que haga o deje de hacer yo?", pero tengo que ser realista. Se que he elegido un camino que se aparta de lo habitual, y todo lo que no sea habitual genera curiosidad o incluso algo de rechazo. Indignándome no voy a conseguir nada. Además, yo he sido siempre la primera que ha mostrado su curiosidad ante peculiaridades que me han sido confiadas, ahora me toca a mí. ¡Paciencia y alegría! Esto que digo ahora suena genial, pero seguro que luego me cabreo con eso de "¿y comes vegetales? pero si las plantitas son seres vivos, también sufren". Da igual, ¡podré superarlo! Aunque aún no me veo con el ánimo suficiente, pero todo se andará.

Esta noche mi novio va a sorprenderme con una ensalada de arroz al curry con fruta. ¡Estoy impaciente! Así que para hacer tiempo me voy a sacar a los perros, otro día sigo.

No hay comentarios: