lunes, 28 de abril de 2008

Por qué comienzo este blog

Hace mucho tiempo que quería ser vegetariana, pero nunca le he echado valor. Siempre he sido gran amante de los animales, no soporto ver sufrir a ninguno, pero con todo eso me he comido feliz mis filetes y mis pollos asados, mis embutidos, pescaditos a la sal y mariscos varios (cómo olvidar esas paletillas de cordero en Navidad). Me parecía imposible renunciar a todo esto, y tampoco veía porqué hacerlo, a fin de cuentas comer carne es algo natural, natural como la vida misma... ¿o tal vez no?

Tengo una amiga cazadora. En general me he llevado muy bien con ella en todos los aspectos, pero esto de la caza... uf. Siempre le he reprochado que mate animales por diversión, para mí es inconcebible e interiormente pienso que algo no le funciona bien en la cabeza. Pero cuando le he dicho algo, ella me ha echado en cara que yo coma carne. Y yo, con mis ojos cerrados le decía: "pero eso es distinto, los animales no sufren, y es algo natural y necesario". Y ella siempre contestaba lo mismo: "¿qué no sufren? jajaja, anda, despierta y mira la realidad". Qué razón tenía, qué terrible realidad se oculta tras los suculentos salchichones.

Para mí lo más complicado no ha sido cambiar mi dieta, ni renunciar a lo que antes eran manjares para mi paladar, ni pasarme el día buscando recetas por Internet. No, para mí lo más difícil ha sido obligarme a abrir los ojos, dejar de lado las excusas de la sociedad y mirar más allá, enfrentarme a la realidad, ver todo ese dolor y luego observarme en un espejo y preguntarme si ahora que se lo que hay puedo volver atrás y mirar una chuleta tal y como la miraba antes. Y no, ya no puedo. Después de tanto tiempo engañándome a mí misma, por fin me siento en paz conmigo misma, porque a lo largo de todos estos años, en el fondo de mi corazón, sabía que estaba actuando en contra de todos mis principios, por mucho que quisiera maquillarlo. Es difícil hacerle frente a la sociedad, pero no imposible, y es necesario. Y ya no es sólo no comer carne, es que no quiero volver a probar un sólo producto que tenga que ver con la explotación animal ni con el sufrimiento.

Tomé la decisión hará cosa de un mes. Lo vi todo muy claro, pero no me atrevía a decírselo a nadie, así que iba por fascículos explicándoselo a mi madre y a mi novio. El último día que he comido un animal fué el viernes 18 de abril por la noche, que fuí a Estepona a pasar el fin de semana en casa de mi madre, y me sorprendió con una dorada en papillote. Así que mientras la cena terminaba de asarse, fui explicándole mi nueva decisión. Pensé que se lo tomaría mal (una madre es una madre, y lo primero es la salud de su niña), pero me doy cuenta de que al día de hoy mi madre sigue sorprendiéndome. No sólo se lo ha tomado genial, sino que encima el domingo me deleitó con una paella vegetariana (las gambas, mejillones y calamares se quedaron en el congelador), y no deja de buscarme recetas para sorprenderme cuando vaya para allá. Me llama por teléfono para preguntarme qué puede utilizar que no sea huevo para empanarme cosas, jajaja, qué suerte tengo :D .

Ya se que llevo muy poquito tiempo, por eso mismo sentía la necesidad de ir contando cómo va mi nueva vida, las alegrías y dificultades que encuentre por el camino. ¡Allá voy!

¡Un saludo a tod@s!

2 comentarios:

Io dijo...

No debe de ser nada fácil tomar decisiones tan drásticas y que suponen un giro radical en la vida cotidiana de uno. Pero es admirable que seas consecuente contigo misma, que hagas de tus ideales tu bandera y que cada día te parezcas más a ese otro "yo" que todos llevamos dentro. Ánimo, que ya me encargaré yo de hacerte comiditas ricas a base de plantas.

@ngelito dijo...

He estado leyendo casi todas tus entradas y me gusta leer lo que escribes, me reconforta saber que vas enfrentándote día a día a todos esos obstáculos con los que se encuentra todo vegetariano o vegano.

Cada día hay mas alternativas cuando sales fuera de comida, ya que para much@s ir a un vegetariano es una forma de comer sano, aunque además coman animales, pero lo utilizan a modo de depurarse después de un fin de semana de atracón.

Poco a poco se conseguirán grandes cambios en lo que a la alimentación se refiere, pero será un largo camino.

Un saludo vegano.