
Dentro de un par de días haré 6 maravillosos meses de vegetariana. Pensé que iba a ser mucho más duro, pero no, estoy encantada de todo. Incluso los eventos sociales los sobrellevo con bastante elegancia. En general, hasta ahora las experiencias han sido positivas prácticamente todas. He leído muchas experiencias negativas de otras muchas personas, sobre todo en lo referente a familias poco comprensivas, amigos que se creen con el derecho a juzgar o simplemente problemas sociales cotidianos. Pero en mi caso no ha sido así. Poco a poco una persona tras otra han ido acostumbrándose, lo que antes era el tema de moda ha pasado a segundo plano, ya no soy el centro de los chistes, la novedad ha pasado y ha dado paso al día a día cotidiano. Ahora es cuando realmente disfruto. Puedo hablar con más tranquilidad porque cada vez se me escucha con mayor naturalidad, sin sentir mis palabras como un ataque directo. Ya no me miran raro cuando me pido mi ensalada y mis berenjenas con miel de caña las noches que salimos de tapas. Nadie se sorprende si llevo un taper de pasta con tofu y verduras al trabajo (y siempre hay alguno que lo prueba). No me agobio pensando en qué voy a comer mañana. Tengo perfectamente controlados los estantes de comida vegetariana del Corte inglés, y me se de memoria los precios. Y la intolerancia ha dejado paso a la naturalidad. Si, todo ha cambiado, todo es más fácil, todo es más tranquilo.
Nunca me cansaré de repetir lo afortunada que me siento, se que muchos vegetarianos darían cualquier cosa por estar en mi situación. Mi madre me entiende, mi novio me entiende,y mis amigos no me entienden pero me respetan (bueno, alguno sí que me entiende pero no lo suficiente como para dar el paso). Por supuesto, no todo es siempre tan idílico, no todas las situaciones son tan bellas al igual que no todas las ensaladas están exentas de algún bichillo no deseado. Pero de vez en cuando viene bien esta diversidad, ayuda a aclarar la mente, a enfrentarte a nuevos retos, a reforzar cimientos personales.
Yo también estoy cambiando, estoy aprendiendo día a día a ser más tolerante, aunque no siempre lo consigo ni mucho menos. Las personas evolucionamos poco a poco, pero de forma constante, espero que a medida que pasen primero los meses, y después los años, tenga la sabiduría suficiente para tratar cualquier situación. Y en caso de no ser así, al menos acudiré a mi blog a desahogarme.
¡Qué bello es ser vegetariano!
¡Saludos a tod@s!
Nunca me cansaré de repetir lo afortunada que me siento, se que muchos vegetarianos darían cualquier cosa por estar en mi situación. Mi madre me entiende, mi novio me entiende,y mis amigos no me entienden pero me respetan (bueno, alguno sí que me entiende pero no lo suficiente como para dar el paso). Por supuesto, no todo es siempre tan idílico, no todas las situaciones son tan bellas al igual que no todas las ensaladas están exentas de algún bichillo no deseado. Pero de vez en cuando viene bien esta diversidad, ayuda a aclarar la mente, a enfrentarte a nuevos retos, a reforzar cimientos personales.
Yo también estoy cambiando, estoy aprendiendo día a día a ser más tolerante, aunque no siempre lo consigo ni mucho menos. Las personas evolucionamos poco a poco, pero de forma constante, espero que a medida que pasen primero los meses, y después los años, tenga la sabiduría suficiente para tratar cualquier situación. Y en caso de no ser así, al menos acudiré a mi blog a desahogarme.
¡Qué bello es ser vegetariano!
¡Saludos a tod@s!