jueves, 15 de enero de 2009

Animales salvajes


Ayer quedé profundamente traumatizada por una peli que puso mi marido, sin ninguna mala intención por su parte. Trataba de un virus que mataba a casi todo el mundo, por lo que pusieron a todo un país en cuarentena aislándo para siempre del mundo exterior a sus ciudadanos. 15 años después, algunos humanos volvían a la zona de cuarentena y se encontraban con que los supervivientes habían creado una nueva y salvaje sociedad. Los llegados de fuera eran capturados, y uno de ellos sufría el terrible destino de ser cocinado y cortado en trocitos ante una enfebrecida multitud que se lanzaba a disfrutar de tan macabro plato. Mejor no os cuento los detalles, pero he tenido pesadillas.
Me resulta curioso la visión que ofrece esta peli, en la cual una sociedad se vuelve tan falta de principios y de ética que guisa a los forasteros y se relame apurando los huesos. Desde luego es algo aterrador, no lo voy a negar, pero ¿acaso es muy distinto esto que nos muestran como ficción del mundo actual? ¿Por qué la carne de cerdo o de un pequeño ternero debe ser tan distinta de la de un ser humano? ¿Acaso no sentimos igual, no sufrimos de la misma forma, no reaccionamos de idéntica manera ante un peligro o un sentimiento? ¿Por qué los humanos nos creemos tan especiales?
Lo más curioso de todo, es que la película en cuestión compara este comportamiento con el de un ser absolutamente salvaje, es decir, hay que ser salvaje para comerse al prójimo. Y lo hacemos a diario. No sólo nos comemos a nuestros semejantes, sino que nos regocijamos con ello, saboreamos hasta el último trozo de carne acompañado con esa salsita tan rica, chupamos los huesos, sorbemos las cabezas de las gambas, usamos las tripas para rellenarlas de sangre y grasa y devorarlo con pan.
Me pregunto si esta película habrá hecho reflexionar a algun espectador, o simplemente habrán salido horrorizados del cine sin cuestionarse nada, dando gracias por el mundo tan bonito en el que tienen la suerte de vivir.

3 comentarios:

Io dijo...

Yo ya había leido sobre una situación similar en el libro "Un año de palabras" de Nachob, con el mismo fondo de denuncia.

En su caso daban cuenta de banquetes humanos con manzana en la boca incluída. Me hizo reflexionar.

Para todos los amantes de los animales, me recomiendan continuamente el libro "Tú también eres un animal", de Kepa Tamames.

Un millón de besos, mi niña.

P.D. Dile a tu marido que vuelva a El Señor de los Anillos y Shrek para las veladas domingueras, je,je.

Luis Tovar dijo...

Si los humanos comen a otros animales es un tipo de canibalismo (exocanibalismo). Hacerlo por supervivencia cuando no hay otra alternativa sería depredación natural o carroñismo, pero los humanos tenemos otras alternativas perfectamente viables antes de recurrir a semejante práctica.

A ninguno nos gustaría vernos en situaciones extremas de supervivencia. Si hemos creado la civilización es para tratar de crear un espacio de relaciones éticas que se basen en la convivencia respetuosa. Por desgracia, solamente los humanos (y no siempre) son incluídos dentro de nuestra esfera moral. Debemos trascender dicha esfera para abarcar a todos los demás animales, sin discriminación de especie.

No estoy seguro de que las películas sean un buen método de concienciación. No dejan de ser otra cosa que fantasía, al fin y al cabo. Yo apenas veo cine ya, prefiero documentales: más reales y más educativos.

@ngelito dijo...

En egipto hace años hubo canivalismo, ya que pasaron por una fase de hambruna, lo ví en un documental hace unas semanas y me quedé sorprendido.

Espero que no tengamos que llegar a eso, aunque lo que se les está haciendo a los animales me importa tanto como el canivalismo.